Entre más grosero, lépero y pelado, más inteligente

Escrito por: H34dBanG17

13 octubre, 2017

Cultura

En cuantas ocasiones nuestros padres nos dieron una gran reprimenda por nuestra lanzada de boca o lengua suelta, bueno a mí me dieron varias y bien marcadas. Pero después de un tiempo de recibir la educación adecuada, como lo marca los estatutos de educación de nuestro país, he ido avanzando en la búsqueda del ¿por qué no puedo dejar de decir maldiciones y groserías?

Entre el famoso que Ching..su mami o el ya ni la chingas, las palabras que nos dan voz en momento de tensión o enojo, también son un producto consiente de nuestra inche conciencia u inteligencia dómida. Estas reacciones que para muchos pueden significar un retroceso en la educación, en las habilidades mentales, realmente todo lo dicho sobre esto es una vil y asquerosa mentira.

Sí, no lo digo yo, lo dice la ciencia, y es que el hecho de utilizar palabras altisonantes es un sinónimo de que tus habilidades mentales y motrices son mucho más despiertas, adecuadas.  Pero esto no es todo, un nuevo estudio publicado en Languaje Sciences echa por la borda cualquier convencionalismo y afirma que quienes maldicen son personas más inteligentes que quienes no lo hacen.

El estudio asegura que las personas que dicen groserías no sólo tienen un mejor vocabulario, sino que también tienen mucha más fluidez al momento de hablar y son mejores en la mayoría de los aspectos relacionados con el lenguaje. Baia baia, esta sorpresa no le gustará a mi maestra de la primaria y es que esta forma de reaccionar del lenguaje podría ser una fuente de investigación muy importante para conocer la reacción de los coeficientes de aprendizaje en la actualidad.

Decir groserías involucra tener un lenguaje más extenso, debido a que el  aumento de malas palabras en el vocabulario manifiesta que la persona es idóneo de llegar más rápido al vocablo que necesita para expresar lo que quiere decir, tanto con palabras normales como con malas palabras. Esto no solo es del lado de las palabras, sino que esta faceta de expresión ayuda a que la gente sea más creativa y que en situaciones de crisis busquen diversas soluciones para un solo problema.

En pocas palabras, las personas que maldicen frecuentemente poseen inteligencia verbal, en lugar de una deficiencia lingüística como se cree. Así que cuídate de los que con las palabras te pueden deshacer porque de ellos será el reino de las pláticas.