“Limpia ese desastre”, creo que es una frase célebre entre las madres de más de una generación, pero llegué a creer que más de la mía. Con esta frase siempre se presentaba mi madre al departamento en el cual convivía con unos amigos en una temporada de mi vida.
Ante este desastre podías encontrar de todo, los testigos de fiestas increíbles, como los papeles sumamente importantes para el trámite de la visa. Sí, éramos un desastre, pero hasta yo sabía que en algún momento todo tenía que desaparecer, excepto para un compañero.
Miguel era su nombre y era un acumulador de primera. Entrabas a su cuarto y en verdad no reconocías en qué parte de ese montonal de cosas podía dormir, lo que a su defensa comentó que lo que estaba haciendo era arte, por lo que nos invitó a conocer el trabajo de un artista de la acumulación.
Antoine Repessé, es el nombre de este fotógrafo francés que a través de un poco más de cuatro años de acumulación, realizó un trabajo que dejó boquiabiertos a varios adictos a la limpieza, donde mostraba, desde su punto de vista la forma en la que el consumismo desmesurado afecta realmente a la vida ecológica de nuestro planeta.
Un día al ver la situación del reciclaje y el elevado costo del servicio de manejo de residuos, sí en Europa pagas pa’ que saquen tu basura, el dejó de tirar su suciedad para acumular un poco más de 365 kg de residuos, con los cuales elaboró su obra la cual ha dado la vuelta el mundo, por el dramatismo y sencillez que manejó en cada una de sus composiciones.
La obra de Repessé llegó las cifras de 1,600 botellas, 4,800 rollos de papel higiénico y 800 kg de periódicos y papel, con los cuales su trabajo lo clasificó, sí como la basura, en tres la vida plástica, de todo el papel y los metales proyecto al que nombró #365 Unpacked.
Sus poco más de 70 metros cúbicos de residuos, más allá de la dimensión gráfica, la acumulación de residuos acentúa la brecha entre lo humano y su entorno, haciéndonos considerar la ecología y nuestra forma de consumo, lo que hace de Desempaquetado un trabajo notable de concientización.
Una composición de imagen sublime, como una coreografía pura, hace una mirada cruda de lo que hacemos día a día con el consumo de productos en envases que simple vista parecen inofensivos, pero que hacen un impacto fuerte a la ecología.
“Quería darle una dimensión estética a mi trabajo. Al clasificar la basura se obtiene un efecto gráfico: traté de producir una imagen perfecta que evoque un efecto perturbador.”
El artista se encuentra trabajando en un nuevo proyecto de conciencia social por lo que estaremos atentos de esta nueva entrega, que seguramente será igual de impactante que esta de #365 Unpacked . Así que la próxima vez que no quieras sacar la basura en casa puedes usar esta maravillosa técnica de conciencia social o morir de un chanclazo en casa.