Recuerdo con mucha estima a esa maestra de primaria que nos decía con entereza que México es uno de los países más ricos en productos, donde el clima es mágico y la gente es calidad, pero ante tanta virtud también tenemos nuestros grandes detalles, donde las fiestas y las celebraciones se vuelven puntos clave para no llegar, como dicen los expertos, a ser de primer mundo.
Y desde hace unos años, los mexicanos hemos adoptado diversas celebraciones que no son propias de las tradiciones milenarias de nuestro territorio azteca. Desde el famoso Halloween o el Black Friday, se han vuelto parte de nuestro calendario, pero hay una que ciertamente está modificando nuestras costumbres a totalidad; La celebración de la que hablamos es “Acción de Gracias”.
Pero muchos dirán “¿Qué tiene de malo celebrar el día de acción de gracias? Si es una celebración armoniosa”, pues déjenme decirles que todo está mal en esta celebración. Un detalle solamente histórico, esta celebración de origen Británico, pero más popularizado por el pueblo Norteamericano, es su forma de agradecer un año de buena cosecha, en el cual invitaron a los nativos (indígenas) a compartir su mesa, sus alimentos y celebrar en la misma mesa de los tipos que los mataban por ser indígenas, he aquí un problema, ¿no lo creen?
México sin lugar a dudas es el país más fiestero de todo el mundo, al tener alrededor de 50 celebraciones y días oficiales en el calendario, mientras que en países como Alemania, Japón e incluso EUA solo llegan a tener 10 o 15 días nacionales, Ahora acaparando más celebraciones el día de acción de gracias en nuestro país está dando espacio a la fiesta, digo, no estamos en contra de celebrar un buen año, pero esto de adoptar la festividad ya está en otro nivel de pary.
La comida aquí varia, no es lo mismo comer pavo gringo a comer un rico guajolote en mole el cual preparamos con la receta histórica de nuestra abuelita, la más shingona en la cocina, mientras que nuestro vecinos del norte comen maíz y puré de papa, nosotros hemos adaptado estas recetas americanas a nuestra forma y gusto mexicano, demostrando que la creatividad a la hora de hacer fiesta es única donde nunca debe faltar el alcohol pa´ agradecer un buen año.
Uno tequilitas, un mezcal, un buen mole y hasta un pollito rostizado son algunos de los aditamentos que conforman este basto sabor de oportunidades que podremos ver en las mesas mexicanas, pero para los más puristas podrán encontrar algunos lugares que viendo el fervor por celebrar, podrás degustar los platillos típicos de esta celebración.
Hay mucho por hacer, pero como dicen hay que celebrar y si celebrarnos pues salud.