Hace unas semanas me invitaron a una fiesta en casa de un conocido de mi mejor amiga, la cual estudia cine. Yo no tenía muchas ganas de ir a esa fiesta pero al final la acompañe. En la pequeña reunión se reunió mi gran pesadilla, un grupo de especialista en cine, los cuales le buscaban toda razón a la toma que mostraba la pantalla de la sala.
Pasando videos de pelis a la azar, tocó mi turno de ponerles algo, decidí subir un poco la temperatura del lugar y escogí una de escena de esta peli Ladies Do It donde podíamos apreciar a una mujer exuberante desnuda caminar dentro de un departamento buscando a Paolo, al ver este fragmento donde cada movimiento de la cámara hacía referencia a cada parte de la mujer causó un grito ahogado entre los presentes.
Los nuevos cineastas me comentaron que lo que había mostrado era porno puro, a lo que refute semejante osadía el no conocer a uno de los maestros del cine erótico como Tinto Brass. Bautizado “Tintoretto” por su abuelo, por lo que usó “Tinto” como nombre artístico es un director de cine italiano que revolucionó la forma de hacer largometrajes en tono erótico, dramático y cómico en las décadas de los 70s a 2000s.
Este directos con más de cuatro décadas de trayectoria y alrededor de 25 películas en su haber, ha forjado su carrera entre lo radical del sexo y el libertinaje que los italianos tienen con referente a lo erótico como su forma de ver la práctica sexual desde un lado romántico de la situación. Brass ha dejado una huella en el gusto del cine europeo, donde mujeres hermosas, tomas a las partes privadas y sexo poéticamente violento, son los componentes de cada film de este maravilloso director.
Nacido en Venecia el 26 de marzo de 1933, Brass ha trabajado con cineastas de la talla de Roberto Rosellini o Joris Ivens, tras su debut con “Chi lavora é perduto”, que rodó en 1963. Uno de sus mayores logros y a la vez su fracaso es el film Caligula de 1979 en la cual retrato la vida del famoso y controvertido emperador romano, en la cual fue controversial por a su tratamiento histórico del sexo en la Roma antigua.
“Existe un gran espacio y muchas posibilidades en el mercado para el cine erótico, pero sigue habiendo muchas presiones de gente que no entiende la diferencia entre cine erótico y pornográfico y que provocan que se dé más espacio al pornográfico. En el pornográfico, sólo la erección, y el otro, una emoción” mencionó Brass para referirse a su obra.
Aunque ha roto la barrera de lo sexual y lo erótico en el cine, aun hay mucha gente que piensa que este director es simplemente un pervertido y no logran apreciar la simpleza de sus tramas, pero la armonía que maneja en las tomas de desnudo y relaciones, lo que lo hace un objeto de estudio interesante para entender la visión apasionada clásica de los italianos.
