BURNINGMAN, el festival más radical y excéntrico en medio del desierto

Escrito por: H34dBanG17

17 octubre, 2017

Música

Cuando hablamos de festivales, hablamos de experiencias, de momentos que te dejan marcado de por vida, no importa si es música, si son letras o si es pintura, todo es arte y el arte esta para ser compartido, disfrutado sin el miedo al prejuicio. Existen festivales que han crecido, como creído en sus propuestas, que han dado la vuelta al mundo, forjando una tradición que por el hecho de su crecimiento también están en peligro.

Este es el caso de uno de los festivales alternativos más importantes en el mundo, BURNINGMAN o mejor conocido como el Hombre en Llamas, está viviendo una crisis existencial gracias al impacto que ha tenido en la comunidad de california en los últimos años, lo que ha despertado el interés de un sector que no está acostumbrado a estos festivales y que ahora lo ven muy cool.

Este festival que tiene como duración de siete días, se realiza en medio del desierto de Nevada, Estados Unidos, El Burning Man se lleva a cabo en los vestigios de un lago, en el desierto Black Rock de Nevada, donde se han congregado alrededor de 60 mil personas para disfrutar de la catarsis de ver una figura de más de diez metros de altura quemarse en medio de la noche.

Los organizadores del festival lo describen como un experimento en comunidad, de autoexpresión y autosuficiencia radical. Algunos de los aspectos más interesantes del Burning Man son el arte al ofrecer becas a cientos de artistas, creando piezas luminosas, interactivas, psicodélicas en la ciudad-desierto, aparte de muchos otros artistas que crean arte por amor al arte, incluyendo los muchos Art Cars, vehículos desde carros de golf a autobuses disfrazados de dragones, barcos piratas, discotecas gigantes o retretes luminosos.

Pese a costar alrededor de US$400 (un poco más de 8 mil pesos mexicanos), las entradas para el evento suelen agostarse a los pocos minutos de ponerse a la venta. Es una bacanal de formaciones épicas donde el mismísimo Calígula estaría orgulloso de esta celebración, dado que en este lugar todo se comparte y está prohibido el intercambio de dinero, ya que uno de los objetivos es erradicar el consumismo.

Lo más irónico de este festival es la manera en que su ideología está siendo absorbida por su nuevo público. Empresarios y fundadores de empresas como UBER, Google, Twitter y Amazon están ensuciando este liberal festejo, donde los nuevos magnates de Silicon Valley que acuden a Burning Man se pelean por ver quién gasta más dinero en agasajar a sus invitados, levantando lujosos campamentos temporales en el desierto.

Comida hecha por los mejores chefs del mundo, carpas con aire acondicionado, los mejores tragos y hasta aviones privados son algunas de las excentricidades que los magnates pueden costear para este festival, lo que está llamando la atención de los organizadores y los fieles seguidores del Hombre en Llamas por el simple hecho de que se encuentran rompiendo los principios de la celebración.

Aunque muchos mencionan que esta celebración es libre y se busca la catarsis, los más veteranos de este festival encuentran amañado su forma de libertad por las fiestas que los millonarios costean en sus campamentos privados que está vigilado día y noche por seguridad privada profesional. Todavía no hay un dictamen oficial sobre estos hechos que está cambiando esta tradición hippie, pero muchos auguran el final de esta festividad como anteriormente se pensaba, dejando entrar a la tecnología, las cuotas más grandes y las zonas VIP.