Según la biblia nos pone en la situación en la que Jesús tomó una jarra de agua y la convirtió en vino, ese sueño milagroso que todos hemos pensado en la recta final de cualquier fiesta ahora es una realidad que nos dejara un impacto maravilloso en nuestras fiesta, todo gracias a la tecnología y la paciencia de unos buenos hombres.
Así es el progreso, como si fuera navidad, te traemos lo que para los no creyentes imposible, pero para los que creemos en milagros, una realidad, porque no todos los héroes usan capa. Es así que de la mente borracha de Kevin Bowyer y Phillip James, estudiosos y catadores de vino en los Estados Unidos, crearon “La Máquina Milagrosa” The Miracle Machine.
Con un trabajo de alrededor de 2 años fue que estos dos empresarios diseñaron y trabajaron con especialistas de Silicon Valley para crear esta aparato que combina diseño, química y la mejor intensión de la bebida, felicidad. Explorando las posibilidades de acelerar los procesos de elaboración del vino, como de los pormenores que los movimientos provocarían en la bebida, crearon la formula con la que presentan esta innovación.
Todo el trabajo se realiza a través de tu dispositivo móvil, el cual sirve para programar todo el proceso que se lleva en el artefacto. Una cantidad baja de calor, el entorno controlado de la botella, una serie de sensores eléctricos, transductores y bombas para proporcionar un ambiente controlado en el que se produce la fermentación.
En tan sólo tres días el vino está listo. Aunque expertos de la bebida mencionan que es imposible que la parte química de años de trabajo se compare con la que en tan solo tres días de fermentación recrea la misma bebida, tomando como principal detalle el sabor del producto que se presenta.
A través de un manual que tiene la App , podrás crear diversos tipos de vino te orienta a la hora de comprar los ingredientes, con el fin de fabricar vino a tu deleite. Añadiendo desde polvos con aroma de roble u otros sabores como toques de fruta para recrear una forma de vino.
La maquinita, que cuesta unos 500 dólares, hasta el momento tiene la capacidad de recrear seis clases distintas, desde un Cabernet Sauvignon o un Chardonnay del Valle de Napa hasta un vino blanco de Borgoña. Aunque el proyecto tiene todas para triunfar, sus creadores están en busca de un financiamiento para poder lanzar su producto al mercado.
Así que piensa dos veces del poder del hombre cuando quiere fiesta, porque para todo hay una solución.