Atrévete a visitar propiedades embrujadas

Escrito por: H34dBanG17

20 junio, 2017

Viajes

Como el sexo y las drogas, las brujas, los fantasmas y las artes obscuras, también forman parte de un extenso catálogo de tabúes en la sociedad. México no queda ni cercanamente salvado de estos casos y para que te des cuenta, te contaré sobre algunos que están por toda la república.

La “Casa de los perros” – Guadalajara, Jalisco.
En las calles del Centro Histórico de Guadalajara está “La Casa de los Perros”, llamada así por las estatuas de perros en las esquinas de la azotea.

La leyenda cuenta que a principios del siglo XX, Jesús Flores, un comerciante cafetero, vivió en soledad hasta sus 70 años, cuando decidió buscar acompañante y contrajo matrimonio con Ana Gonzáles. Después de casarse, realizaron un viaje a Europa donde el barco estuvo cerca de hundirse en el camino, y en la desesperación, juraron que si uno sobrevivía, el otro le rezaría cada aniversario luctuoso. Ambos sobrevivieron felizmente y para celebrarlo  Ana decidió traer desde Nueva York las estatuas de perro.

 

 

 

 

 

La leyenda cuenta que sucedes cosas paranormales dentro de la casa y que el aventurero que le rece a Don Chucho a las 12 de la noche, recibirá las escrituras de la casa.

Poco tiempo después, Don Chucho muere y le deja toda la fortuna a Ana, quien vuelve pronto a casarse, olvida rezar a Don Chucho y abandona la casa. La leyenda sigue y cuenta que cosas paranormales suceden dentro de la casa y que el aventurero que le rece a Don Chucho a las 12 de la noche, recibirá las escrituras de la casa, aunque no se sabe de nadie que haya hecho eso. Esto fue así hasta que en los 90’s el ayuntamiento de Guadalajara comprara la casa y estableció el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas.
¿Te atreverías a ir a las 12 de la noche a rezarle a Don Chucho?

Hotel Peñafiel – Tehuacán, Puebla.
Actualmente es uno de los inmuebles de la UNID pero en los 30’s y 60’s era el Hotel Garci-Crespo, un importante lugar de la alta sociedad mexicana e internacional de aquellas décadas. Tiempo después fue renombrado como el Hotel Peñafiel. Con el paso del tiempo y la nueva tendencia de vacacionar en playas, el hotel perdió prestigio y actividad.

Cuando la UNID compró el hotel, el inmueble se encontraba en malas condiciones y fue por eso que decidieron remodelar el edificio. Debido a las remodelaciones, se contrataron guardias de tiempo completo. Múltiples empleados de seguridad no pudieron aguantar trabajar más de dos noches y renunciaron sin dar explicaciones. Por este motivo, la administración designa al oficial que menos miedo le daba y no tenía expresión facial alguna, se dice que es llama Alfredo Marcos. En la tarde, un poco antes que los obreros terminaran, Alfredo decidió dar un rondín para ver el trabajo. Cuando subió a la biblioteca, ve a unos obreros quitando una alfombra por la remodelación y al fondo, a una niña güerita de unos 4 años. Él supuso que era hija de alguno de ellos y no le dio importancia. Cuando están saliendo todos los obreros, Alfredo pregunta por la niña y todos le confirman que no había niños en el edificio y que la biblioteca tenía una semana cerrada. Subieron a revisar y sólo las marcas de los pasos del tamaño de una niña en el polvo de la alfombra.

 

 

 

 

Era un importante lugar de la alta sociedad mexicana e internacional de aquellas décadas.

Pasado el tiempo y avanzada la noche, procedió a apagar las luces de la universidad. En cuanto puso sus dedos en el interruptor, sintió como alguien le tomaba la mano y escuchó la voz de una niña que le dijo: “No apagues la luz porque me da miedo.” Acto siguiente, ella grita y se apaga todo. Alfredo fue encontrado inconsciente al día siguiente en el lugar de los hechos.
Dicen que pasar una noche ahí no es cualquier cosa. ¿Nos acompañas?

Viejo Casino de Agua Caliente –Baja California.
A mediados de los 30’s-40’s, el Casino de Agua Caliente en Baja California era uno de los lugares más famosos de la época. Se invitaban a celebridades del teatro y cuenta la leyenda que una de ellas fue La Faraona, una bailarina hermosa. Después de un tiempo trabajando ahí, se enamoró de un señor inglés, descendiente de un Lord,  quien le prometió que si le daba su dinero él la llevaría a vivir a Inglaterra. Realmente todo era falso, pues sólo la usaba.

La leyenda cuenta que una noche, la Faraona, en una bata blanca bordada con perlas, sacó del armario del inglés el baúl con todo el dinero que habían ganado y lo escondió en el jardín, perdiéndose entre los árboles. El inglés nota la falta de la llave del baúl y discuten, al calmarse ella sirve dos copas de vino y en ambas vierte algo de un frasco que tenía. Ella muere instantáneamente y el inglés sale corriendo pidiendo ayuda.
Se dice que todavía se ve a la bailarina paseando por los jardines, protegiendo su tesoro. ¿Te animas a visitarlo e invocar a la faraona?

La Casona – Chihuahua.
La Casona es un exclusivo restaurante en Chihuahua con una edificación terminada en 1893 y se dice que Don Luis la construyó para vivir con su familia de 12 hijos. Uno de sus hijos falleció en la casa anterior, pero llevaron sus memorias a la casona.

Después que Don Luis muriera, el uso de la casa ha cambiado con los años. Además de casa personal, fue un instituto religioso donde se habla de actividades tanto celestiales como demoniacas. Se ha visto un fantasma en las oficinas, una niña con una pelota, otro con vestimenta de marinerito, y otras imágenes sobrenaturales. El caso más sonado es el de una mujer del personal de administración que llevó a su hija al trabajo y la perdió de vista. Después de un buen rato de buscar a la niña, la encuentran en un recoveco en el mueble de la caja registradora. Al preguntarle qué estaba haciendo ahí, ella respondió que estaba jugando y platicando con la niña de la casona, y nadie nunca supo a quién veía.
¿A cuál de todos preferirías ver: el fantasma de las oficinas, el niño vestido de marinero o a la niña con la pelota?

 

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