¿Prostitución o entretenimiento? Las zonas rojas alrededor del mundo

Escrito por: Adrián León

27 junio, 2017

Entretenimiento

– “Empezare a vender medias y dulces”
-“¿Cómo?”
-“Sí, medias horas y dulces momentos.”

Cuando hablamos de sexo y dinero es hablar de una de las profesiones más viejas en la historia de la humanidad, la prostitución es uno de los negocios más lucrativos en la historia, sin importar la fecha histórica, ni país. El arte de vender el cuerpo es uno de los más grandes mercados, que al día de hoy sigue siendo tabú en muchos países.

Esta práctica que juega con el placer más fuerte, se ha visto como un mal que daña a la sociedad y la moral, pero en varias zonas del globo se han logrado normas y leyes que legalizan este acto, con el hecho de que disminuya, pues ya sabemos que lo “prohibido” llama más el interés.

¿Pero qué pasa con estas zonas? Estos famosos paraísos sexuales, están realmente controlados como entretenimiento y muchas veces esconden la parte más negra de la sociedad actual.

Ciudades en el mundo como Singapur, Ámsterdam, Hamburgo, Bangkok y Buenos Aires se encuentran entre las zonas reguladas para la práctica legal de este oficio. Manteniendo normas de salubridad e higiene que se deben mantener, así como su módico impuesto para el libre uso de las calles.

Para la práctica de esta actividad se suelen crear los Red Light Districts o Zona Roja, que se convierten en el centro de la “tentación” de la gran ciudad, donde se ubican los night-clubs, burdeles, bares y restaurantes.

Un mercado que mueve alrededor de $28,000 mil millones de dólares al año según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), trae consigo una discusión fuerte con el tema de trata de blancas, una de las principales razones por la que expertos en la materia de esclavitud, encuentran el debate de que tan viable es que existan estas zonas de tolerancia en el mundo.

En esta forma de entretenimiento muchos de esos barrios se han convertido en zonas de gran afluencia turística, lo que causa un interés por parte del estado. Esta forma de entretenimiento está en constante cambio y gracias a las redes sociales esta forma de trabajo está tomando una forma más 3.0, al usar Facebook y Twitter como las plataformas de oferta del servicio.

Pero como te lo mencionaba en párrafos pasados, este negocio tiene de existir como la humanidad, su regulación es un juego de nunca acabar,  porque siempre habrá una oferta ya que la demanda, la regla básica de este negocio, sigue.