¿Por qué no puedes sacarte esa canción de la cabeza?

Escrito por: Chucho Contreras

1 septiembre, 2017

Música

No importa el género que escuches con regularidad, siempre escucharás alguna rola que realmente se quede en tu cabeza, no importa si es un pedazo de la letra o el ritmo se quede el día completo en tu conciencia, esta magia que tiene la música es todo un proceso que científicos han llamado como el efecto pop, el cual afecta a todos los que escuchamos música y construye lo que conocemos como los hits.

Esto tiene un por qué más allá de tener una letra repetitiva o porque tiene la mejor colaboración del verano. El efecto que tiene la música es algo natural que nos podemos remontar a la época de nuestros ancestros que tocaban en forma de celebración o que con piezas musicales contaban historias para las generaciones.

Mucho se ha hablado del efecto que tiene la más reciente colaboración de Luis Fonsi con Dady Yankee con el tema Despacito el cual ha causado una revolución musical mundial, que ni los mismos artistas han entendido, pero la ciencia nos explica cómo es que esta canción ha causado tanto furor de una forma épica, colocando al boricua Dady Yankee como el artista más escuchado en Spotify, arriba de bandas como Coldplay o Queen.

El bucle fonológico, parte de la corteza cerebral que está asociada a la memoria temporal es la primera víctima de esta anomalía musical, creada  por el uso de ritmos repetitivos y que conectan con las palpitaciones, lo que lo hace el trabajo inconsciente de guardar por más tiempo estos ritmos en nuestra memoria, es por eso que la técnica de las 125 pulsaciones por minutos es el número que productores utilizan, al ser el ritmo que tiene nuestro corazón.

Más allá de la cuestión de las palpitaciones, las letras y los ritmos son parte importante al momento de mostrarnos canciones que se quedan con facilidad en la memoria, donde la repetición y el impacto mediático son parte de la construcción de esto hits que llegan para quedarse en el colectivo pop del mundo.

Expertos en la materia como James Kellaris, un compositor y profesor de mercadeo de la Universidad de Cincinnati en Estados Unidos , como el músico y productor español, Nahúm García, afirman que  estos temas se les conoce como tiene los elementos para ser un “gusano de oído” (earworm) ya que es animada, simple, repetitiva y tiene un ritmo pegajoso.

Recordemos el efecto Despacito el cual ha logrado colocarse en el top Billboard internacional, siendo la segunda canción latina en llegar a esa lista después de la Macarena, todo gracias a que este tema tiene una imperfección rítmica que la hace especial y que con una letra repetitiva, te la aprendes en una sola sentada.

Y en memoria de la música, se han creado temas que su funcionalidad está en ser tan pegajosas que no podemos dejar de cantarlas o bailarlas, temas como La Macarena, Gasolina de Dady Yankee o grandes de la música como Michael Jackson con Thirller, Baby One More Time de Britney Spears hasta Rayando el Sol de la banda mexicana Maná.

Según los psicólogos las canciones dejan de gustarnos cuando las escuchamos una y otra vez y es que el cerebro se anticipa a las partes que nos gustan, así el cerebro deja de producir endorfinas, pero el estribillo de “Despacito” es diferente y consigue mantener activa la “magia” por más tiempo, según explican expertos.

Es por esto que la próxima vez que estés escuchando la canción hit de momento y no entiendas por qué después estás cantando o bailando en automático, puedes deducir que esto no es algo que puedas controlar, es algo natural que debes dejar pasar o disfrutar.