Mitos y realidades de las bacanales romanas

Escrito por: Chucho Contreras

31 agosto, 2017

Cultura

La cultura romana clásica fue sin lugar a duda una de las culturas con más conocimiento y exploración que tuvo la historia de la humanidad, entre sus grandes legados al mundo moderno podemos recordar el legado arquitectónico, su conocimiento sobre la alquimia y los procesos para llegar a un gobierno justo.

Pero no solo de eso vive el hombre, la cultura romana era experta en algo que conocemos modernamente como: “la fiesta tranqui de fin de semana”. Sí la cultura romana fue una experta en el desarrollo de las mejores fiestas y orgías que el mundo podría imaginar. Todo gracias a las famosas bacanales, una celebración que al día de hoy sigue siendo un mito.

Las bacanales eran fiestas en honor a Baco (dios mitológico romano del vino, del que procede el nombre) en las que se bebía sin medida, como si no hubiera un mañana. Las sacerdotisas organizadoras de la ceremonia se llamaban bacantes y el nombre ha quedado asociado a las orgías romanas, las cuales despertaba el instinto más bajo de todos los asistentes.

Pero ¿qué tan real eran estas celebraciones?, muchos historiadores retratan este hecho como una forma de enaltecer la libertad sexual que en esa época se percibía, así como a la investigación de la anatomía en el grado más general, como la permuta de practicar la homosexualidad sin prejuicio, la cual disfrazaban de una celebración para no ser juzgados ante el gobierno.

Una realidad de estas fiestas es que no son en su totalidad manufactura romana, sino que esta celebración se llevaba a cabo primeramente en el imperio griego y que fue el romano quien las inmortalizó y transformó en una celebración mucho mayor, donde en su primera faceta era algo exclusivo para las mujeres y una forma de celebrar su fertilidad.

Lo sorprendente de esta celebración, que inició como un rito religioso, fue la aceptación del imperio romano a lo prohibido y es por esto que los hombres se disfrazaban de sátiros, mitad hombre y mitad cabra, que le cantaban canciones con contenido obsceno al dios.

Mucho de lo recopilado sobre esto tiene que ver con la cultura del vino en esta región de Europa, como mencioné, el vino fue el principal motor para la liberación de los participantes en una bacanal, porque la bebida permitía desinhibirse para realizar todos los actos. Donde no importaba condición social, todos les daban a todos.

La historia y el cine han dado una idea de lo que estas fiestas eran, pero algunos especialistas mencionan esta celebración como algo salvaje, obscuro y donde los instintos más bajos salían a flor de piel, donde crímenes y muertos se pasaban por alto ante esta liberación que se daba en dos días de fiesta.