Nikita Golubev, el artista “dirty”

Dice un comercial de la televisión mexicana, “Hay talento, solo falta apoyarlo” invitándonos a donar en los cajeros automáticos para becar a jóvenes de escasos recursos para que sigan sus estudios. ¿A qué viene esto al caso?
Resulta que en cualquier rincón del mundo, siempre existirá un joven con ganas de sobresalir y seguir sus sueños, aunque se las vea negras en el camino. Ya sea por la crisis monetaria o social, miles de personas quisieran tener una oportunidad para demostrar de lo que son capaces.
Algo así le sucedió al ruso, Nikita Golubev, quien se dedica a crear obras de arte en su ciudad natal sobre la suciedad de coches y camiones abandonados o poco cuidados.

Si pensabas que el típico “Lávame cochino” en los vidrios sucios de un automóvil era arte, lamento informarte que este hombrecillo ha conquistado las redes sociales con su trabajo, que demuestra lo hábil que es para dibujar desde un cocodrilo gigante en un camión, la cara de un búho o un tiburón en el lateral de un coche. La mejor parte es que puedes ver toda su obra en su cuenta de Facebook o Instagram.

El amor a la mugre…

Nikita además es pintor y creador de arte digital. Sin embargo, en esta ocasión decidió que el lienzo de su obra fuera la suciedad de los coches y  para preservarla se dedicó a fotografiar cada una de sus creaciones antes que la lluvia o un lavado de coches terminara con ellas.

Con sólo 35 años, sus creaciones han viajado por todo el mundo causando revuelo y motivándolo aprender nuevas técnicas, que le permitan ir más allá. Y es que tan solo imagínate que en el terrible tráfico de la CDMX, ir disfrutando de este tipo de arte, seguramente sería un placer, en vez de encontrarte con los tradicionales… “arriba el américa” o “puto el que lo lea”.

El propio artista lo define así:

“Experimento con distintos materiales, con pinceles y mis propias manos que cubro con guantes. Suele llevarme unos 30 minutos cada obra y aprovecho para hacerlas pronto por la mañana, sobre las 06.00, cuando hay luz suficiente, mi cabeza está despejada y los camioneros aún no se han levantado para volver al trabajo. Lo más difícil, dice, es dar con el vehículo idóneo. Tiene que ser blanco y no tener ninguna imagen. Además, ha de estar sucio pero no demasiado sucio porque si no el polvo se va desprendiendo a medida que lo trabajas. “

¿Qué tal? ¿Quién se anima a dejar su auto para que Nikita lo use de lienzo?