Ulama, el fucho sinaloense que nos recuerda a nuestros antepasados.

El pasado 24 de abril, se llevó a cabo el segundo campeonato nacional de Juego de Pelota Mesoamericano, en las instalaciones del centro ceremonial de Teotihuacán en el Estado de México.

Sí, el mismo deporte que practicaron diversas culturas en nuestro país y que tuvo gran importancia, gracias a que cumplía la función de resolver conflictos como pleitos por tierras, tributos y controles comerciales por mencionar algunos. Se sigue practicando por cientos de jóvenes, que gracias a sus padres y abuelos, han decidido conservar esta bonita tradición que los representa como estado y como país.

Aunque en la actualidad ha sufrido algunas modificaciones, lo que ahora se le conoce como “Ulama” (ullamaliztli) y (ulli), que significa juego con pelota de hule, ha crecido de manera importante en la ciudad de Sonora, siendo el lugar más importante en la práctica de este deporte.

Con tres modalidades distintas: con mazo, de antebrazo y de cadera, se practica en un campo denominado “taxte”, de acuerdo a la modalidad que se juegue, en el de cadera que es el que más aceptación y se practica con mayor frecuencia por considerarse el más varonil por su rudeza y riesgo, el campo tiene una dimensión de 65 metros de largo por 4 de ancho. Completamente rectangular se divide por una línea denominada “analco” y en sus extremos por otra línea “chivos”.

En el juego intervienen 4 jugadores (tahúres) por equipo que son: MALE (encargado del tiro de saque con el que inicia la jugada, MALERO(cubre la parte delantera de la cancha frente al Analco, EL CHIVERO (encargado de cubrir la parte posterior del área de juego y por último el TOPADOR(responsable de darle respuesta al saque de MALE).

El objetivo del juego es mantener la pelota dentro del Taxte, sin tocarla con las manos, solo se podrá utilizar la parte del cuerpo según sea la modalidad (mazo, antebrazo y de cadera), y se deberá tratar insistentemente y con precisión de impulsar la pelota para que caiga en la mitad del campo contrario y así tener la posibilidad de obtener un punto.

Los jugadores deben protegerse con fajas de cuero, venado y vendas, que deben ser apretadas por un cinto (chimalo) aproximadamente de 3.5 metros de longitud, para amortiguar el brusco golpe se recibe en el encuentro, por el duro y pesado balón.

El juego es vigilado y sancionado por VEEDORES, jueces de campo que se colocan en la línea de ANALCO evitando que los jugadores puedan salir lastimados gravemente.

José Lizárraga es un promotor importante, originario del estado de Sonora ha dedicado su vida junto a Armando Osorio, a preservar el deporte entrenado a cientos de niños y jóvenes que no siempre están dispuestos a practicar un deporte completamente desconocido para ellos, además de la falta de apoyos y pelotas de hule que cuestan entre 10 mil y 30 mil pesos.

Pero así como han logrado realizar estos torneos nacionales, esperan que más estados se interesen para que así exista más apoyo y pueda existir pronto una liga, porque este juego fue el comienzo de todo, o al menos de uno de los deportes más rentables que existen en el mundo como lo es el fútbol.