Los mayas son una de las culturas más importantes de nuestro país y del mundo, sus aportaciones a la ciencia, diseño, matemáticas han dado la vuelta al mundo, permitiendo descubrir e inspirar a otras civilizaciones. Entre esos grandes logros una de sus aportaciones, que en la actualidad seguimos disfrutando, es de su calidad gastronómica, la cual se ha adaptado a nuestros días, pero que nos permite disfrutar de los sabores y olores que los mayas disfrutaban.
Uno de los grandes vestigios que podemos encontrar de la cultura maya es sin lugar a duda el libro sagrado del Popol Vuh, el cual está lleno de grandes cualidades literarias y gastronómicas, dado que desde su explicación de que el hombre fue creado de maíz, elemento trascendental en la alimentación mexicana.
La conquista española y las técnicas de cocina que nuestros ancestros tenían unieron fuerzas para crear parte de los suculentos sabores que hoy conocemos. Un ejemplo claro la tenemos en la cohinita pibil, que lleva achiote y cerdo traído de España.
La mezcla de chiles como x-cat-ik, chile güero de Yucatán o del ya mencionado achiote, maíz ingrediente fundamental en la comida mexicana, miel, cacao, carne de venado, iguana y tortuga era y son parte de los modos alimentarios de la comunidad del sur del país, lo que para muchos en esta época son sabores que en conjunto muy peculiares dado que nuestra alimentación se ha occidentalizado.
Platillos Muk-bil de pollo, que es un pastel de masa de tamal relleno de pollo sazonado y horneado en horno de tierra con chile de árbol y adobo, lo que le da un sabor distinto es la forma de que el horno de tierra logra concentrar el sabor o su caso el pozol, bebida preparada a base de cacao y maíz, que es sumamente refrescante y digestiva.
Los sabores dulces y los ácidos se unen de forma majestuosa con esta comida, la cual es reconocida a nivel mundial, la cual sigue defendiendo las mezclas históricas de las especias, carnes y olores que la han forjado. Platillos como la Sopa de Lima, el pescado a la Tikin xic, el queso relleno son sellos que la cultura maya han dejado, evolucionando para todos los paladares.
No olvidemos también que esta zona rica en fruta, siguen siendo un parte aguas para los sabores en Latinoamérica.