Las Mayoras, las verdaderas patronas de la cocina

Todos sabemos que el sabor de la comida hecha en casa es toda una experiencia, donde el calor del fuego lento de la cocina hace que todo el ambiente del lugar sea armonioso,  los olores y sabores que se impregnan en cada platillo lo hacen único. En un sector regido por hombres, como la alta cocina, se olvida de esta marca y retoma el origen de todo, donde la mujer, su sazón y cariño hacen los platillos únicos.

Estamos hablando de las Mayoras, un término muy mexicano que está regresando a totalidad el lugar sagrado de la mujer en la cocina.  No quiero que lo tomes desde el lado machista, si es que lo viste así, sino que debes aceptar que no hay mejor comida que la que concibe tu abuelita o madre. Ellas saben de buena tinta qué color debe llevar un buen mole, que el chocolate y la canela va de la mano del chile árbol, dejando el sabor más suculento del paladar.

En el mundo de la comida gourmet y las porciones estéticas, existe este lado tradicional donde los platillos como el chile relleno, el pollo en hierbas santas, el conejo en chile pasilla o el postre de un arroz con leche con un toque de mezcal, están dejando en claro que lo tradicional se puede reinventar a las nuevas generaciones.

Y es que las Mayoras están retomando el mando en las cocinas del mundo, donde las altas escuelas de los gourmet fijan en un punto alto este arte. Muchos mencionan que para ser chef se debe estudiar y para ser Mayora es más de absorber conocimiento de la cocina.  El arte de los alimentos es y seguirá siendo un oficio donde lo importante es la reacción de quien degusta los alimentos, ante los miles de títulos que puede tener el cocinero.

No me dejarán mentir, pero no hay nada mejor que esa sensación de una tortilla recién hecha y más de maza azul o tlacoyos de requesón con una salsa de molcajeteara de jitomate tostado en un comal de fierro fundido, que esos detalles que la alta cocina a olvidado son el toque verdadero de la tradición de la cocina mexicana. Tacos de escamoles, pollo en penca de maguey, un pozole blanco con un toque de champiñones, mole de hoya o el mole poblano con su ajonjolí, son algunos de los platillos que estarán presentes en los menús de las mayoras.

Qué mejor forma de acompañar estos alimentos que con un pulque curado o al natural, un mezcal o una agua de horchata de Jamaica que engalanan las mesas de los mejores restaurantes de nuestro país y el mundo. Cuando te pregunten qué comida es la mejor, no olvides recordar que el mejor sazón es que te hace recordar como si estuvieras en casa.