MK Ultra, la dominación del mundo a través de la mente

“Los imperios del futuro serán los imperios de la mente. – Winston Churchill
El simple hecho de pensar que alguien puede dominar nuestras acciones a través de nuestra propia mente, nos puede causar un miedo inminente, dado que tenemos la certeza que nadie nos podrá dominar si somos conscientes de nuestro alrededor. Pero qué pasaría si realmente estas acciones que tomamos como nuestras son en realidad órdenes.

Esta idea ha sido parte de la historia donde los espías, las guerras y la revolución tecnológica inundaron a una generación que vivió el nacimiento de la guerra fría. De ahí la teorías de conspiración han sido parte del pan de cada día y en especial una que ha marcó la idea de que la mente se conseguía controlar.

Pasaba el año de 1950, cuando una de las agencias de seguridad internacional más importante en el mundo, la CIA, instaló el proyecto MK Ultra, una forma novedosa de obtener información, todo a través de la mente a partir de métodos novedosos pero poco éticos para salvaguardar el territorio americano.

Dicha operación tenía un único objetivo: desarrollar técnicas de interrogatorio avanzadas a través de drogas y procedimientos experimentados en individuos, con el fin de debilitar su resistencia a la confesión que autorizó el entonces director de la CIA, Allen Dulles.

Uso de drogas como el LSD, y otros productos químicos, la hipnosis, la privación sensorial, el aislamiento, diversas formas de tortura, abusos verbales y sexuales eran algunos de los métodos que se realizaban con tal de conseguir información o cambiar la perspectiva de los prisioneros, que en aquel entonces eran capturados para enviarlos de nueva cuenta a su país de origen con la mentalidad de doble espía o traidor.

A lo largo de las tres décadas que estuvo en operación este programa, los alrededor de las 70 mil personas que fueron parte de estos métodos de influencia han visto reflejadas sus historias a través de libros e incluso películas como El embajador del miedo interpretadas por Denzel Washington.

Aunque al día de hoy se desconocen a totalidad todos los pormenores de esta operación especial, las teorías de conspiración y prácticas radicales por parte del gobierno siguen latentes en la cultura popular, tomando el miedo como arma principal, la suposición y la mente como un juego macabro del cual no podemos confiar.