Saint Exupéry, El Principito y Lyon la ciudad que lo vio nacer

Muchas historias fascinantes se han tejido en Lyon, una de las ciudades con gran historia y que actualmente es la segunda más poblada de Francia, después de París, lo cual la convierte en una metrópoli de primera. Lyon es una de las ciudades francesas donde todo corre en perfecta armonía con la energía de las corporaciones y los negocios. Es cosmopolita y vanguardista pero con espacios centenarios cuidadosamente preservados, algo que se agradece.

Antoine de Saint-Exupéry nació en el centro de Lyon en 1900, en el número 8 de la rue du Peyrat; Desde muy pequeño manifestó interés por la aviación y aprendió el oficio cuando prestó servicio militar, algo que era aventurado para un escritor.

En 1926, una joven promesa del periodismo publicó su primera novela breve, “El aviador” y obtuvo un contrato como piloto para una agencia privada. Se desempeñó como jefe de estación aérea en el Sahara español y en ese período escribió su segunda novela, Correo del Sur (1929).

En los años 30 realizó adaptaciones cinematográficas y otras actividades, inspirado en su natal Lyon, donde se cuenta que fue la primera ciudad donde se rodó un filme en la historia de la humanidad. Saint-Exupéry no era feliz en New York, fue exiliado debido a malos entendidos con el gobierno francés. Escribía a sus amigos largas cartas en cuyos márgenes o reversos dibujaba a un hombrecito rubio, primero con alas, luego con bufanda. El personaje era una especie de álter ego infantil que le permitía expresar cosas que al afamado escritor y aviador adulto le hubiera costado decir. Algunos de esos amigos le animaron a que, un día, diera vida propia a ese muchachito. ¡Y así fue!

El dibujo acabaría siendo “El Principito”, la obra literaria más traducida del siglo XX (257 lenguas), y su autor la publicó el 6 de abril de 1943, en una doble edición: traducida al inglés y en el original francés. Sin embargo, en Francia no la pudieron leer hasta que se liberaron de la ocupación nazi y Gallimard la imprimió en París en abril de 1946, dos años después de la muerte del autor al ser derribado su avión en un vuelo de reconocimiento para los aliados cerca de Marsella. ¡Todo un héroe fue Saint-Exúpery!

Lyon inauguró una escultura de la lionesa Christiane Guillaubey, el 29 de junio de 2000 con motivo del centenario del nacimiento del célebre escritor Saint-Exupéry, donde él está sentado y le cuelgan las piernas en un pedestal de mármol blanco que lo alza.

Parece contemplar el horizonte de forma serena. Le acompaña el pequeño príncipe. Esta escultura es lo más parecido que tiene el escritor a una tumba. Si viajas a la ciudad francesa, tardarás poco en dar con ella, en un lateral de la Plaza Bellecour y a un paso de la casa donde nació. La imagen de Saint-Exupéry y del pequeño príncipe nos acompañará mientras paseamos por la ciudad. ¡Un lujo que algún día deberás darte!