De matemático a hacker y cómo se robó $10 Milloncitos de dólares

La Unión Soviética siempre ha estado envuelta en un misterio único que se une en un manto gélido como su clima natural, entre historias de espías y de una dictadura monumental, existen casos que han puesto a esta nación en la mira de todo el mundo, pero en esta ocasión hablaremos de un en particular, que nos solo demostró la fragilidad del sistema bancario en la década de los 90s, sino que dio hincapié al movimiento de los piratas cibernéticos en esa fecha.

Vladímir Leonídovich Levin es un bioquímico graduado en matemáticas por la Universidad Tecnológica de San Petersburgo, Rusia. Abandonó la ciencia para dedicarse a violar sistemas informáticos de entidades financieras, en especial uno de los más importantes como lo es Citibank, el cual en la década de los 90s fue uno de los preferidos para los escándalos.

Este banco de peso internacional sufrió una violación a su sistema de transacción perpetrado por Vladimir, ocupando una pequeña computadora PC-386, una de la más austeras en el mercado, que fue la culpable del desvió de un poco más de 4 millones de dólares, los cuales fueron sustraídos de alrededor de 40 cuentas de clientes del banco.

Logró superar la seguridad de uno de los sistemas de pagos más perfectos del mundo, donde a través de 40 transferencias hizo llegar a países como Argentina, Suiza, EUA, Alemania, Holanda e Israel, la suma anteriormente mencionada, siendo este uno de los primeros hackers que la nación rusa, por lo que alertó al gobierno americano por el robo donde el FBI intervino en la investigación.

Levin fue detenido después de casi 9 meses de investigación en el aeropuerto de Londres, donde pretendía viajar a los Estados Unidos y de ahí a Argentina con todo su dinero. Aunque en esa época no existían leyes contra el robo cibernético en Rusia, su condena de tres años para muchos fue algo sorprendente.

Aunque en la actualidad no se habla sobre el tema, algunos allegados del hacker mencionaron que logro realizar la primera red de hackers a nivel mundial y se presume que la cantidad que logró desviar asciende a los 15 millones de dólares, pero que solo se le puse demostrar 40 mil dólares. Después de cumplir su condena, el hacker salió en libertad. Levin sigue siendo a día de hoy un símbolo de la destreza de los hackers rusos: fue el primero que cobró fama mundial.