Un lugar en la Sierra de Michoacán donde se desentierra pura felicidad

Escrito por: H34dBanG17

26 junio, 2017

Viajes

¡México lindo y querido! Ningún mexicano se puede quejar del bagaje cultural que tenemos, único en el mundo, donde los aromas, colores y sabores son sello característico de nuestra nación, dejándonos como un estandarte gastronómico y turístico maravilloso.

La bebida, la comida y sus bellas mujeres son parte de esta maravillosa zona del globo terráqueo. En esta ocasión hablaremos de una bebida, que desde hace menos de una década a la fecha, está reviviendo con un boom comercial y gastronómico que lo ha vuelto a posicionar en el gusto de los más altos paladares nacionales e internacionales.

El mezcal renace entre la tierra y las peculiaridades de la bebida se hacen notar en la segunda región en el que se produce alrededor de nuestro país, Tzitzio, Michoacán, territorio que ha vivido cambios radicales por cuestiones que van desde lo social hasta en seguridad, con el caso del narcotráfico; hechos que no han dejado que la producción de esta bebida se detenga.

Una tradición que nos remonta a un poco más de 400 años, la producción de mezcal ha vivido cambios notables desde su manufactura y selección del agave, así como las distintas formas de hacer reposar la bebida, cuyas prácticas se vuelven un trabajo artesanal y particular de cada región.

Tzitzio “lugar hermoso” en chichimeca, es un pequeño poblado que ha trabajado de una forma loable la tierra y que ha adaptado una forma peculiar de marinar el mezcal. Esta técnica consiste en sepultar la producción dentro de garrafas de vidrio durante nueve meses, para que los cambios de temperatura y los aromas que tiene el suelo logren alojarse en el licor, dando como resultado un mezcal con notas minerales, y en algunos casos hasta herbales.

Tradición que se ha forjado en la última década y fue descubierta por casualidad entre los campesinos de la zona que habían encontrado mientras araban la tierra, un recipiente de vidrio y al examinarlo descubrieron que era mezcal. Sin embargo notaron que este mezcal no era como el que se producía en la región, sino que había tenido un cambio al estar bajo tierra, descubrimiento que se ha transformado en una tradición en la zona, la cual se acompaña de manera efectiva con el lado gastronómico.

Con 50 grados de alcohol, el mezcal producido en la zona de Tzitzio, Michoacán, debe ser degustado con un queso Cotija, queso originario de la región y que tiene más de 400 años de existencia. Algo único en esta bebida es que cada año es distinto, todo gracias a los cambio que sufre la región.

Aunque algunos duden que el maridaje del mezcal de Tzitzio fuese como lo relatan en la zona, nos deja muy en claro que este productor enaltece los sabores de nuestro país, haciéndonos disfrutar mucho más de nuestra hermosa tierra y así como dice la frase:

Pa’ todo mal, mezcal. Pa’ todo bien, también. Si no hay remedio, pos litro y medio.

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